Monitorizar a distancia enfermos de UCI reduce estancias y un 20% de muertes
Los sistemas de telemonitorización de pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) reducen la mortalidad en un 20% y bajan en un 30% el tiempo de estancia en ellas, según un estudio presentado hoy en el congreso e-Health que se celebra en Barcelona.
El trabajo, presentado por Michael Breslow, director de la investigación se basa en datos recabados en 130.000 pacientes ingresados en 50 UCI de Estados Unidos, y destaca que las soluciones tecnológicas de telemedicina son un gran avance.
Según se ha destacado, estos programas de atención permiten contar con un equipo asistencial adicional que añade un mecanismo de seguridad en el control de los pacientes, ya que mientras los intensivistas y enfermeras se ocupan de los enfermos agudos más inestables, los equipos remotos hacen un seguimiento del estado del resto de los pacientes.
También ha destacado Breslow que el 90% de las intervenciones de los equipos remotos responden a problemas identificados por ellos mismos y no por los profesionales que físicamente está a pie de cama.
Ha remarcado además que estos equipos permiten dar cobertura a más de cien pacientes con un mínimo equipo humano, compuesto por un intensivista y dos enfermeras.
Sin embargo, la implantación de estos equipos con tecnología para la atención remota genera aún reticencias en muchos especialistas, así como resistencia al cambio a nuevas estrategias alternativas de asistencia.
Actualmente existen programas de monitorización del ritmo cardiaco y otras constantes vitales y para detectar sepsis, prevenir úlceras por presión y gestionar de forma integral la sedación y analgesia, entre otras acciones.
El trabajo, presentado por Michael Breslow, director de la investigación se basa en datos recabados en 130.000 pacientes ingresados en 50 UCI de Estados Unidos
El trabajo, presentado por Michael Breslow, director de la investigación se basa en datos recabados en 130.000 pacientes ingresados en 50 UCI de Estados Unidos, y destaca que las soluciones tecnológicas de telemedicina son un gran avance.
Según se ha destacado, estos programas de atención permiten contar con un equipo asistencial adicional que añade un mecanismo de seguridad en el control de los pacientes, ya que mientras los intensivistas y enfermeras se ocupan de los enfermos agudos más inestables, los equipos remotos hacen un seguimiento del estado del resto de los pacientes.
También ha destacado Breslow que el 90% de las intervenciones de los equipos remotos responden a problemas identificados por ellos mismos y no por los profesionales que físicamente está a pie de cama.
Ha remarcado además que estos equipos permiten dar cobertura a más de cien pacientes con un mínimo equipo humano, compuesto por un intensivista y dos enfermeras.
Sin embargo, la implantación de estos equipos con tecnología para la atención remota genera aún reticencias en muchos especialistas, así como resistencia al cambio a nuevas estrategias alternativas de asistencia.
Actualmente existen programas de monitorización del ritmo cardiaco y otras constantes vitales y para detectar sepsis, prevenir úlceras por presión y gestionar de forma integral la sedación y analgesia, entre otras acciones.
El trabajo, presentado por Michael Breslow, director de la investigación se basa en datos recabados en 130.000 pacientes ingresados en 50 UCI de Estados Unidos
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