La protección radiológica en el medio sanitario
Fecha: 2012
Idioma: Castellano
Procedencia: Consejo de Seguridad Nuclear
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Contenido del documento
- Las radiaciones ionizantes
- Aplicaciones médicas
- Riesgos de la radiación
- Efectos biológicos
- El sistema de protección radiológica
- Aplicación del sistema de protección radiológica
- Medidas de protección radiológica
- Producción y gestión de residuos radiactivos
- Funciones y responsabilidades
- Glosario
- Principales disposiciones legales
Introducción
Las radiaciones ionizantes son aquellas que debido a la energía que poseen, al interaccionar con la materia producen ionizaciones en la misma, es decir, modificaciones tanto a nivel atómico como molecular. La materia está formada por átomos, componentes esenciales de todo lo que nos rodea, constituidos por un núcleo, parte central del átomo con carga eléctrica positiva (formado por neutrones y protones ambos denominados nucleones) y la corteza que es la parte más externa, de carga eléctrica negativa (formada por electrones).
Para describir completamente un átomo se utiliza la siguiente representación: siendo X el símbolo del elemento químico y A y Z el número de nucleones y protones respectivamente.
Un “elemento químico” o simplemente un “elemento”, es el conjunto de átomos que tienen el mismo número de protones en el núcleo. Este número se denomina “número atómico” del elemento. Los átomos de un mismo elemento tendrán todos, en estado neutro, el mismo número de electrones periféricos (mismas propiedades químicas). Por el contrario pueden tener distinto número de neutrones en su núcleo y en estos casos estos átomos se denominan “isótopos” (isótopos del hidrógeno: 1H, 2H, 3H).
La radiactividad está ligada a la desintegración de los núcleos de ciertos átomos particulares denominados por esta razón radiactivos. Durante esta desintegración hay emisión de partículas α o β o radiación electromagnética, radiación γ, hasta que los átomos encuentran su estabilidad. Estas desintegraciones se pueden observar en la naturaleza, en cuyo caso hablamos de la radiactividad natural, o producirse por el ser humano y hablamos de la radiactividad artificial. Se denomina radionucleido a un isótopo radiactivo de un elemento que posee isótopos estables y radiactivos (137Cs) y radioelemento a un elemento cuyos isótopos son todos radiactivos (uranio). El tiempo necesario para que la mitad de los átomos radiactivos inicialmente presentes en una muestra se desintegren se denomina “periodo de semidesintegración”.
Tal y como se observa en la siguiente figura, atendiendo a la penetración en la materia, las partículas alfa (formadas por dos neutrones más dos protones) penetran muy poco en la materia, por ello no presentan riesgo cuando actúan desde el exterior del organismo humano pero sí en caso de su incorporación al mismo, ya que tienen un gran poder de ionización en una distancia muy corta.
Las partículas beta (formadas por electrones negativos: β- o positivos: β+), son mucho más ligeras que las alfa y por tanto tienen un mayor poder de penetración.
Dentro de la radiación de naturaleza electromagnética tenemos la radiación gamma (γ) y los rayos X (de origen atómico como consecuencia de ajustes electrónicos en la corteza), ambas con un importante poder de penetración que depende su energía.
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