Dentro del marco de la Ley Nacional de Sangre, se están construyendo centros regionales o sectoriales de hemoterapia donde se centraliza el análisis, el procesamiento y el fraccionamiento de la sangre, para posteriormente distribuir a los distintos efectores los hemoderivados que estos requieran. La política de centralizar el análisis y el procesamiento de la sangre responde, entre otras cuestiones, a garantizar mayores controles de bioseguridad tanto para el personal como para los pacientes (donantes y receptores). La resolución física de estos edificios responde al logro de estos estándares de bioseguridad.   En el caso del Hemocentro del Ministerio de Defensa se trata de la ampliación en planta baja y planta alta de un edificio existente.   El el caso del Centro Regional de Hemoterapia de Santiago del Estero se trata de un edificio nuevo resuelto en un solo nivel.   Ambos edificios cuentan con área pública para dadores, recepción de sangre de otros efectores, laboratorios, fraccionamiento y procesamiento, depósitos de hemoderivados, área administrativa y área de docencia.