Cómo contribuye el sector sanitario a la crisis climática mundial y oportunidades de actuación

En octubre de 2018, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó un alarmante informe en el que se concluía que para evitar los peores impactos del cambio climático se debía limitar el calentamiento global a 1,5 °C, por lo que la ambición del Acuerdo de París, "requeriría cambios rápidos, profundos y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad."

Ese cambio profundo, según el IPCC, tendría que incluir transiciones en la tierra, la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades, que redujeran las emisiones globales netas de dióxido de carbono (CO2) causadas por el hombre "en aproximadamente un 45% respecto a los niveles de 2010 para 2030, alcanzando el 'cero neto' en torno a 2050".

Este duro y urgente mensaje de los principales científicos del clima del mundo ha impulsado a un número creciente de instituciones y jurisdicciones a declarar una "emergencia climática".

Este documento se centra en cómo el sector sanitario, que se sitúa en primera línea como primera respuesta al cambio climático, debe responder a la emergencia climática no sólo tratando a los enfermos, heridos y moribundos de la crisis climática y sus causas, sino también practicando la prevención primaria mediante la reducción radical de sus propias emisiones.

El documento identifica un camino a seguir que puede capacitar a los sistemas sanitarios, los ministerios, los prestamistas y donantes multilaterales y bilaterales de salud, junto con los proveedores y fabricantes de bienes y servicios sanitarios, para empezar a tomar medidas rentables y urgentes para avanzar hacia las emisiones netas cero con el fin de proteger la salud pública de las alteraciones climáticas.

El objetivo de este estudio era calcular la huella climática del sector sanitario mundial. El método para calcular el impacto climático de un sistema estudiado consiste generalmente en multiplicar las unidades de producción del sistema (es decir, la cantidad de actividad que realiza) por la cantidad de carbono asociada a esa unidad de producción (es decir, la intensidad de carbono). Esto puede hacerse a múltiples escalas, desde cadenas de suministro de productos discretos hasta organizaciones enteras, sectores de la economía o incluso regiones geográficas o naciones.

Este es el primero de una serie de documentos de investigación y política que Health Care Without Harm y sus socios, entre ellos Arup, se proponen elaborar en los próximos años. La serie definirá la huella climática de la sanidad y esbozará una serie de medidas que el sector puede adoptar para ajustarse a la ambición del Acuerdo de París y, al mismo tiempo, alcanzar los objetivos sanitarios mundiales.

Índice

1. Introducción

2. Metodología del estudio

3. Conclusiones: La huella climática global de la sanidad

4. Recomendaciones

• La responsabilidad de la sanidad
• Seis áreas de actuación para una asistencia sanitaria climáticamente inteligente

5. Palabras finales

Puedes acceder a este documento en la página web de Health Care Without Harm.