La inteligencia artificial generativa no solo está transformando la investigación médica o la interpretación de imágenes. También está cambiando una de las tareas más comunes y, paradójicamente, más críticas dentro del día a día hospitalario: la redacción del informe de alta.

Lejos de ser un simple trámite administrativo, el informe de alta hospitalaria es el documento que recoge y resume todo el proceso clínico vivido por el paciente durante su estancia en el hospital. Es el único documento que el paciente se lleva a casa. En él debe constar, de forma comprensible y rigurosa, qué diagnóstico ha motivado el ingreso, qué tratamientos se han administrado, qué pruebas se han realizado, cómo ha evolucionado el paciente y qué debe hacer a partir de ahora.

Pero además de ser crucial para el propio paciente, este informe es también clave para el sistema sanitario: se utiliza para coordinar la continuidad asistencial con atención primaria, para el seguimiento por otros especialistas y, no menos importante, es la base documental para la codificación clínica, que permite evaluar, planificar y financiar la actividad del hospital. Una codificación incompleta o imprecisa, fruto de informes deficientes, no solo afecta a la calidad asistencial sino también a la sostenibilidad económica del sistema.

Sin embargo, redactar un informe de alta de calidad es una tarea compleja y costosa. Requiere que el profesional revise decenas de entradas en la historia clínica, muchas veces escritas por diferentes facultativos, con estilos diversos, en diferentes momentos y sin una estructura común. En la práctica, esto supone una carga burocrática enorme: algunos estudios estiman que, por cada hora de atención directa, los médicos dedican dos horas a tareas documentales. Y entre ellas, el informe de alta se lleva buena parte del tiempo.

IA generativa al servicio de la práctica clínica

Para dar respuesta a este reto, desde Innex Labs, en colaboración con el Hospital General de Granollers y con soporte académico de la Universitat Politècnica de Catalunya, se ha desarrollado y validado un sistema de inteligencia artificial generativa capaz de redactar automáticamente un borrador del informe de alta hospitalaria a partir del curso clínico digital del paciente. El prototipo, denominado IAIA (Informe d’Alta amb Intel·ligència Artificial), ha sido recientemente presentado en la revista científica Computers (Trejo Omeñaca et al., 2025).

El sistema se basa en modelos de lenguaje de última generación (Large Language Models, LLMs), configurados mediante técnicas avanzadas de ingeniería de prompts y arquitectura multiagente. Su misión: procesar el curso clínico del paciente, es decir, toda la información registrada durante su hospitalización, y generar un documento estructurado, completo y ajustado a las directrices clínicas del centro.

Fases de validación: del laboratorio a planta

Para garantizar la viabilidad y la seguridad del sistema, se ha seguido un proceso de validación progresivo en tres fases.

1. Prueba de concepto: se evaluaron cinco modelos de lenguaje distintos (entre ellos GPT-4o, Gemini, Claude, Mistral y LLaMA), con múltiples estrategias de prompting, para encontrar el equilibrio óptimo entre calidad, velocidad, coste y soporte multilingüe (catalán/castellano).
2. Prototipado clínico: se generaron más de 60 informes automáticos en seis especialidades médicas distintas. Estos se compararon con los informes redactados por profesionales mediante técnicas automáticas (ROUGE) y revisión cualitativa manual. En la mayoría de los casos, los borradores generados por IA presentaban estructura y contenido adecuados, aunque con necesidad de revisión final por parte del profesional. Se identificaron áreas sensibles (como posología o contexto social) que requieren atención específica en futuras versiones.
3. Despliegue controlado en planta: en febrero y marzo de 2025, el sistema se puso a prueba en un entorno real. Se integró como módulo externo en el sistema de gestión hospitalaria, accesible desde la interfaz de camas, con un botón específico (“IAIA”). El proceso es sencillo: el médico pulsa el botón y, en menos de dos minutos, recibe un borrador del informe listo para revisión y validación. Durante el piloto, se generaron 47 informes que fueron revisados por los propios médicos responsables. Aunque más de la mitad identificaron datos incompletos o pequeños errores, en la mayoría de los casos se trataba de ediciones menores, y la experiencia fue valorada positivamente.