La importancia de una ventilación óptima en áreas de riesgos elevados y zonas críticas hospitalarias
La seguridad en entornos hospitalarios siempre es una prioridad, pero si hablamos de zonas de riesgos elevados, todavía se convierte en una preocupación mayor.
Cuando hablamos de zonas de riesgos elevados, no hace falta pensar en graves situaciones en las que factores como desastres naturales, conflictos armados, o brotes de enfermedades contagiosas pueden amenazar la integridad de los pacientes, el personal o las instalaciones médicos. En un hospital hay zonas con mayores necesidades de seguridad como puedan ser los quirófanos o áreas de infecciosos en las que es prioritario el establecimiento de protocolos de gestión eficaces y la instalación de tecnologías innovadoras.
Estas estrategias son esenciales para garantizar que los hospitales puedan cumplir su misión de salvar vidas y brindar atención médica de calidad, incluso en entornos donde los riesgos son constantes. Y parte de esta seguridad queda garantizada con una ventilación óptima en estas zonas críticas en las que la salud de los pacientes y la prevención de infecciones son esenciales.
En quirófanos y bloques quirúrgicos, el auténtico corazón de un hospital, la ventilación es fundamental para eliminar contaminantes como bacterias y partículas en el aire que podrían aumentar el riesgo de infección del paciente. Los sistemas de filtración y renovación del aire se diseñan minuciosamente para mantener un ambiente estéril y seguro durante las intervenciones.
También las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) donde los pacientes más críticos reciben atención especializada, las salas de aislamiento utilizadas para albergar a pacientes con enfermedades contagiosas, las áreas de esterilización y farmacia tienen necesidades especiales de ventilación.
“En un quirófano para mantener la presión positiva en la zona es fundamental incrementar la impulsión de aire y, por ejemplo, en una zona de infecciosos es fundamental doblar los ventiladores en la extracción para asegurar la presión negativa en la sala”, asegura Julián Pradillo, responsable nacional de Ingenierías, Prescripción y Dirección Técnica de la Unidad de Clima y Ventilación de Wolf.
Conscientes de que la ventilación óptima en hospitales es esencial para la protección de pacientes y personal médico, la compañía alemana, pone a disposición del mercado un nuevo sistema de ventiladores redundantes para estas zonas que requieren mayor seguridad.
Gracias al nuevo sistema y, en caso de parada o avería del equipo principal, el ventilador secundario entrará en funcionamiento y será capaz de asumir todas las características y necesidades requeridas en la sala. El sistema está diseñado para alertar de la avería al control central y la puesta en funcionamiento de la “instalación suplente”.
Compuerta de sobrepresión automática, una patente de WOLF
Para que los equipos sean autónomos entre sí, cada ventilador cuenta con alimentación y sondas por separado. Además, el sistema dota a cada ventilador de una compuerta de sobrepresión automática, patentada por WOLF, para evitar reflujos de aire que impidan conseguir las presiones positivas/negativas requeridas por la sala.
En caso de avería, será necesario cambiar el ventilador averiado en el menor espacio de tiempo posible. Sin embargo, WOLF dispone de un sistema que permite el cambio del ventilador sin parar la UTA para aplicaciones supercríticas con funcionamiento de 24 horas, los 365 días al año.
“Siempre es recomendable contar con dos ventiladores independientes y capaces de dar, cada uno de ellos y por sí solo, todas las prestaciones necesarias para una sala. Deben tener sus protecciones eléctricas independientes para que una avería no afecte a los dos equipos”, explica Pradillo.
La propuesta de ventilación redundante de WOLF son sus Fanwalls, con ventiladores situados en la pared y no en el suelo para facilitar la limpieza y evitar la acumulación de suciedad en el suelo.
En caso de avería, el control de la UTA (Unidad de Tratamiento de Aire) o el BMS (Building Management System) realiza el cambio de dos ventilaciones a uno solo para conseguir las mismas prestaciones como las proporcionadas por las dos unidades.
“También es necesario un suministro de emergencia para estas zonas críticas mediante el uso de UPS (sistema de alimentación ininterrumpida), grupos electrógenos que tienen el objetivo de mantener la alimentación eléctrica a los ventiladores, incluso en caso de apagón general, y evitar problemas de contaminación por la parada”, afirma Julián Pradillo.
Esta recomendación se extiende a los equipos de producción de frío/calor y a la distribución de esa producción y el control.
Más información sobre los sistemas de ventilación de WOLF.
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