Los cables de comunicaciones que se instalan en las edificaciones de forma permanente se consideran productos de la construcción y como tal están sujetos a la clasificación de comportamiento frente al fuego a partir de la entrada en vigor del reglamento CPR (Construction Products Regulation) Nº305/2011, el 1 de julio de 2017, para todos los países de la Unión Europea.

Los cables que se instalan de forma permanente no incluyen los latiguillos ni cables para conexión de equipos.

El reglamento CPR establece 5 Clases de comportamiento frente al fuego para los cables de comunicaciones, según ensayos de propagación de llamas, emisión total de calor, tasa máxima de emisión de calor y tasa de crecimiento del fuego.

También establece una subclasificación adicional según la opacidad del humo (s), las gotas en llamas (d) y la acidez del humo (a) que desprenden al combustionar.