Las obras del presente proyecto consisten en adaptar la estructura existente de unas viviendas tuteladas a Centro de Día, modificando tramos de tabiquería y dotándolo de las instalaciones propias que requiere este tipo de edificación para conseguir cada uno de los principios básicos de comodidad para el usuario, economía de mantenimiento, funcionalidad y confort visual, así como una imagen representativa y atractiva relacionada con las fachadas tradicionales manchegas. Resulta fundamental resolver de manera adecuada la dotación de las instalaciones necesarias para el correcto funcionamiento de un Centro de Día, pero también es imprescindible encontrar un sistema que permita la flexibilidad de uso, fundamental en estos casos, compartimentando zonas de dimensión controlada sin perder las ventajas que un espacio único de grandes dimensiones puede aportar.   El edificio proyectado está compuesto por dos plantas sobre rasante, situado entre medianeras, que elimina la rigidez de espacios mediante la implantación de tabiques móviles en puntos estratégicos, garantizando así la adaptabilidad del espacio al uso que desempeña en cada momento.   Por tratarse de un solar de gran profundidad en relación con el ancho de la parcela, se introducen dos patios en el interior de la edificación para conseguir iluminación natural en todas las salas.   Las variaciones de altura e inclinaciones en cubierta permiten la implantación de lucernarios, creando un juego de luces que invaden el espacio interior modificando el ambiente en cada momento del día.   Galería de imágenes: