La correcta planificación y la calidad de la ejecución de las instalaciones de un edificio hospitalario es de vital importancia para garantizar la seguridad de los pacientes y el confort de todos los usuarios de un centro sanitario. 

Un caso paradigmático de este hecho es el SJD Pediatric Cancer Center Barcelona del Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat, donde la capacidad de trabajo de todos los actores que han participado en la planificación, el diseño y la ejecución de las instalaciones ha sido fundamental para que Barcelona cuente con un centro monográfico de referencia internacional dedicado al servicio de niños y adolescentes con cáncer.

El SJD Pediatric Cancer Center Barcelona se sitúa en un entorno privilegiado con vistas sobre Barcelona y el mar y en contacto con la vegetación de la Sierra de Collserola. Se decidió ubicar el centro al este del hospital, en un edificio antiguo de uso docente que se amplía y transforma de forma completa. La envolvente se trabaja con el objetivo de unificar los volúmenes nuevos y antiguos, y se crea una pasarela de 90 metros para conectar el centro con la red asistencial y las infraestructuras de todo el hospital para evitar duplicidades en los sistemas y en la tecnología médica disponible.

Desde el inicio y de un modo estratégico, se previó poner en marcha una infraestructura pionera en el Estado español y en Europa, un centro monográfico de atención oncológica pediátrica capaz de ofrecer una atención integral y multidisciplinaria con espacios dedicados al diagnóstico, al tratamiento y a la investigación.

El edificio se distribuye en 5 plantas dedicadas al servicio asistencial y a la investigación y 3 niveles de parking bajo rasante. El centro cuenta con un hospital de día con 26 boxes de atención ambulatoria, 21 consultas externas, dos quirófanos, 37 habitaciones de hospitalización, una unidad especial para pacientes inmunodeprimidos, farmacia, laboratorios de investigación, medicina nuclear, un auditorio y una cafetería.

Al igual que sucede en el resto del Hospital Sant Joan de Déu, las infraestructuras se cuidan al detalle pensando en todos los usuarios. Por este motivo los espacios se diseñan para los pacientes pediátricos, pero también para sus familiares y para los trabajadores. 

A continuación, explicaremos algunos detalles fundamentales de los sistemas de instalaciones para garantizar el confort y la seguridad de los pacientes. 

 

Vestíbulo y espacios de circulación

Confort para pacientes y familias
El proyecto se enmarca en la línea que lleva siguiendo el hospital desde hace años: espacios con una ambientación alegre y acogedora, tanto en los espacios comunes como en las habitaciones de hospitalización. El trabajo de arquitectos, diseñadores e ingenieros persigue crear atmósferas agradables, que huyen del concepto hospitalario para acercarse a espacios adecuados para los enfermos y todo lo que les rodea. 

Cuando uno accede al primer espacio del centro queda ya sorprendido: el vestíbulo, de doble altura, se reviste con un parqué de bambú y los espacios de estar y de espera están llenos de elementos singulares como tótems y zonas de juego que buscan la interacción con los niños. De esta manera, se acompaña la estadía en el centro con distracciones para disminuir el estrés que supone vivir la experiencia de sanación de un cáncer. 

La climatización de este vestíbulo está cuidada al detalle. No es fácil climatizar este tipo de espacios, de gran dimensión y de doble altura, por este motivo desde Agefred siempre apuestan por utilizar varias soluciones al mismo tiempo. Se ha conseguido una estabilidad climática mediante una difusión por desplazamiento, inundando el suelo con el aire a baja velocidad. Se regulariza la temperatura para que sea estable en todas partes, independientemente de donde te sitúes. En invierno, la cristalera de fachada dispone de difusores lineales.

Las habitaciones son individuales para garantizar la intimidad y el bienestar de los pacientes infantiles y pediátricos. Su nivel de confort es máximo, dado que pacientes y familias pueden pasar aquí largas estancias: la iluminación natural y artificial, el confort térmico y acústico y los grandes ventanales con vistas están diseñados de la forma más consciente posible. Las instalaciones de comunicaciones permiten rápida conexión a internet y también conexiones HDMI para poder jugar a las videoconsolas. 

En cada planta existen espacios de juego y revestimientos que crean una ambientación divertida y sugerente, siguiendo la línea de todo el hospital. No todo son distracciones: también hay espacios de aprendizaje para dedicar al estudio y no perder la conexión académica.

También los familiares cuentan con espacios comunes para desconectar y poder pasar ratos fuera de las zonas de hospitalización. En el primer piso se dispone un espacio de familias con una gran cristalera sobre el vestíbulo de acceso. Es un lugar amplio, con espacios de estar, estancias tipo office con microondas y duchas. La cafetería, de uso exclusivo para familiares y personal, es un remanso de paz. Se sitúa en la última planta del edificio para alejarse de cualquier gran flujo de personas, y goza de una terraza de grandes dimensiones.

 

Unidad de hospitalización: habitación y zonas de estar

 

Cafetería y sala para familias

 

En la primera planta se emplazan habitaciones de cuidados paliativos. Se trata de dos estancias independizadas de la Unidad de Hospitalización para lograr que los espacios de circulación estén poco transcurridos y sean lugares sosegados. La superficie de estas habitaciones es muy generosa y gozan de las mejores vistas hacia Barcelona. Se persigue crear las condiciones adecuadas para acompañar los momentos finales de la vida de los pacientes que no logran superar su enfermedad. El diseño está encarado a asegurar la intimidad y mejorar la calidad de estos momentos tan dolorosos para el paciente y sus seres queridos.

Seguridad para el paciente: calidad del aire e innovación para el mantenimiento
La forma en que se planifican y diseñan las instalaciones puede tener una trascendencia vital para conseguir la seguridad de los pacientes, especialmente frágiles en un centro oncológico. Por este motivo se han cuidado al detalle los sistemas de climatización y ventilación, y también las redes de agua.

La máxima calidad del aire fue una premisa inicial en el diseño del complejo. Como punto de partida, todo el aire del edificio se trata con filtros HEPA de la categoría H14, con una eficacia del 99,99% para filtrar partículas de hasta 0,3 micras de diámetro o mayores. En las habitaciones se dispone de filtros terminales y en otras áreas, no tan estrictas, se utilizan los filtros del propio climatizador para garantizar la calidad del aire interior. 

En la misma línea, las habitaciones están ligeramente sobrepresionadas a 15 pascales permanentemente. A pesar de que no se monitoriza esta sobrepresión, existe la garantía que se aporta más aire del que se extrae para evitar que cualquier patógeno ambiental ponga en riesgo a los pacientes. 

 
Se ha diseñado un dispositivo singular para minimizar el impacto de las operaciones de mantenimiento dentro de las habitaciones. Se trata de una caja registrable dispuesta en el falso techo de los baños de las habitaciones. De esta manera, la válvula de control de aire y la batería son accesibles sin tener que acceder al techo y sin entorpecer a las personas que están en la estancia. El diseño de este elemento garantiza los niveles de presión.

 

UTA en cubierta 

 

Caja registrable para facilitar el mantenimiento asegurando la seguridad de los pacientes

 

Se han previsto dos habitaciones para pacientes con enfermedades infecciosas que son de presión reversible. Cuando se requiere aislar al paciente y que la sala funcione como contención para evitar la emisión de patógenos al exterior funcionan en presión negativa. Cuando no hay ningún paciente con una patología infecciosa, la sala funciona con sobrepresión para pacientes inmunodeprimidos. De esta manera se gana flexibilidad asistencial. Estas habitaciones tienen una antesala o esclusa para poder controlar los niveles de presión. 

También hay dos habitaciones emplomadas para pacientes que siguen terapias metabólicas a través de la administración de radiofármacos. Además, hay algunas habitaciones dedicadas a la Unidad de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos (TPH). Algunos pacientes pediátricos requieren, en algún momento de su tratamiento, un trasplante de médula ósea, sangre de cordón umbilical o sangre periférica, y es necesario asegurar su aislamiento con un entorno de presión positiva que esté permanentemente monitorizado.

 

Box y bloque quirúrgico

 

Producción de frío y calor: instalaciones mecánicas de agua y climatización 
El edificio cuenta con producción de frío y calor, y es lo que se lleva más consumo de los sistemas de instalaciones del edificio. La producción puede dar servicio al resto del hospital, ya que el centro hospitalario cuenta con un sistema de producción bidireccional y distribuido a través de un colector único que permite el transporte de la energía producida en distintas ubicaciones según las demandas de cada recinto. Esto logra una eficiencia del conjunto particularmente innovadora en hospitales. 

Para la producción de frío se utiliza una enfriadora existente a la que se le ha agregado una bomba de calor de 500 kW con recuperación parcial del 25%. El calor recuperado se utiliza para calentar el sistema de calefacción, el sistema de producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) y el poscalentamiento del clima. 

La potencia frigorífica prevista del edificio, cuando esté completamente terminado, será de 1 MW. El SJD Pediatric Cancer Center cuenta con más de 20 climatizadores. Los espacios se climatizan con un sistema de volumen de aire variable (VAV). El valor de partida del aire primario es el de la sala que requiere una menor temperatura. Para que el sistema funcione son necesarias cajas de volumen de aire variable, válvulas y baterías de poscalentamiento en los espacios terminales, que son los elementos que aprovechan el agua caliente recuperada y permiten alcanzar la temperatura deseada en cada espacio. El Bloque Quirúrgico, con dos quirófanos, se equipa según las necesidades de los espacios: un quirófano con climatizador higiénico de difusión turbulenta y otro con un climatizador higiénico de flujo laminar. 

Para la producción de agua caliente para calefacción y Agua Caliente Sanitaria se utiliza un sistema Rooftop con 4 calderas, una de ellas para el ACS. La caldera se utiliza principalmente para la producción de ACS. Se utiliza un sistema novedoso en edificios hospitalarios para la generación del ACS. El sistema funciona al revés que los acumuladores tradicionales: el agua de consumo va dentro del serpentín y el agua caliente de producción es la que está en volumen en el tanque. En estos sistemas, la problemática de la legionela no existe ya que no hay agua estancada. Cuando se acciona un grifo de ACS, el agua es la que está en el serpentín, se acaba de producir y sale a una temperatura de 70°C. El acumulador funciona por estratificación y permite interconectar distintas fuentes de energía a diferentes temperaturas sin la necesidad de instalar intercambiadores. La caldera está trabajando a 80-60 de salto térmico, y el agua llega en la parte alta del depósito; mientras que el agua recuperada de la bomba de calor se sitúa en la parte de abajo.

 

Instalaciones de climatización y grupo de bombeo

 

Se utiliza una válvula termostática TA-MATIC para controlar de forma centralizada la temperatura de la mezcla del ACS, lo que permite asegurar la seguridad y el ahorro de energía. Esta válvula recibe y mezcla el agua fría, el agua de retorno del circuito de recirculación y el agua caliente producida en el acumulador. Un sensor permite la regulación de la temperatura de salida del agua hacia los puntos terminales. A pesar de que cambien las temperaturas de entrada, el mezclador regula automáticamente el caudal de agua hasta alcanzar el nivel de salida programado.

Sistemas eléctricos: sostenibilidad y eficiencia energética
A nivel eléctrico, el edificio existente contaba una estación transformadora en planta baja y se ha proyectado un nuevo centro de transformación en la cubierta. Durante algún tiempo ambas instalaciones convivieron hasta que todo migró al nuevo Cuadro General de Distribución.
Se dispone de un suministro eléctrico alternativo mediante un grupo electrógeno que da servicio a las cargas preferentes. El sistema es capaz de evitar el paso por 0 de conmutación, lo que permite evitar cualquier daño en las instalaciones, tanto si ocurriera un corte de suministro de la red como en acciones de mantenimiento. El grupo electrógeno cubre totalmente la potencia del transformador. Se ha desarrollado un sistema de control que permite ver la potencia que se demanda y, mediante una tabla de potencias teóricas, es posible controlar la entrada en carga en función de la potencia demandada y de la carga máxima que puede ofrecer. De este modo, es posible evitar que entren en carga las enfriadoras (mayor carga), ya que estas pueden pasar a funcionar con el suministro proveniente del resto del recinto hospitalario.

El suministro crítico se realiza mediante sistemas propios de alimentación ininterrumpida (SAI), que aseguran el funcionamiento sin interrupción de los servicios críticos del centro en caso de fallo de la red pública. Cada quirófano cuenta con su propio SAI y transformador de aislamiento de uso médico.

La envolvente del edificio se diseña como una celosía de lamas verticales con los colores corporativos del hospital. Se genera energía eléctrica a partir de cristales de producción fotovoltaica sobre la piel de protección en la fachada de orientación sur.

Las mejores instalaciones para los pacientes pediátricos
Agefred ha contribuido de forma destacada en este centro oncológico comprometido con la salud de los más pequeños. El nuevo centro es un espacio de referencia donde los pacientes encontrarán seguridad, calidez y confort, además de intimidad cuando es necesario.

 

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