El proyecto, consiste en la reforma del hospital existente y la nueva construcción de un edificio que integra diversos servicios como: el bloque obstétrico, neonatología, ginecología, el bloque quirurgico, etc.

 

El edificio corta un perfil emblemático pero tranquilizador en el paisaje más amplio,  puede verse desde los aviones que despegan desde el aeropuerto de Orly,  Se eleva por encima de las orillas del Yerres y el Sena,  dominando un paisaje suburbano inverosímil. La construcción del ala de maternidad y pediatría delante del mono-bloque existente ha sido una manera de corregir la volumetría, redefiniendo esta doble relación con la totalidad del recinto hospitalario.

La perspectiva horizontal principal de la nueva fachada está fuertemente enfatizada. Funciona como una referencia para todo el cuerpo: los movimientos sugeridos por el relieve, la topografía, la envolvente, la silueta del hospital que emerge de la colina boscosa. La fachada del Ala de Maternidad y pediatría, oblicuamente se extendía por toda la longitud de la IGH, suavizando el carácter frontal actual del edificio, y actuando como un primer plano descompuesto como si fuese un pliegue gigante. Así, se ha regenerado la imagen del hospital en el paisaje. Nos hemos descompuesto y recompuesto geométricamente prestándole nueva relevancia.

De cerca, para todo el mundo que entra en el edificio, se ha rediseñado completamente su relación con el terreno. La construcción del Ala de Mujeres y Niños frente al edificio actual exacerba, en cierto modo, la relación entre la planta baja y el piso en el que los visitantes llegan. Debido a consideraciones prácticas, hemos optado por mantener el atrio, la extendida A & E, la radiología y el área de consultas en el mismo nivel (el del atrio actual): la planta baja, que está en contacto con el suelo en la parte posterior (llegada de A & E) se eleva 12 metros en el aire.

Obra arquitectónica de la oficina de Michel Rémon era doble : En primer lugar, llevar el atrio más cerca del suelo, para conectarlo al terreno, al terreno de la ciudad, para las personas que llegan a pie, en autobús, taxi o coche. El gran marco que define la forma de la planta baja del hospital, se desarrolla y llega delicadamente en el suelo. Extiende sus brazos hacia los que están llegando, los que necesitan el hospital: sencillo, fuerte y claro, se presenta como un hecho. Así, a la llegada, la fachada del hospital es accesible, porosa, abierta, y extendiendo sus brazos.

 

En segundo lugar, hemos vuelto a trazar puntos del edificio de contacto con el suelo, hemos reconstruido la topografía del espacio de modo que se integra el nuevo edificio sin conflicto, buscando la continuidad y la complicidad. Hemos querido dar la impresión de que el nivel natural del terreno está cerca del piso del atrio, por "levantarse" de forma artificial. Al volver a dibujar el terreno con terrazas sucesivas, en curvas geométricas sujetas con gaviones, hemos establecido el edificio en su sitio. Al extender estas líneas frente al edificio, fusionamos el edificio y el lugar, curando la cicatriz a través de la unión de la arquitectura y el paisaje.

Por último, en la parte inferior de la página, la dura pendiente en el terreno se ha corregido. Las terrazas vuelven a dibujar, dando la impresión de escaleras, que se apropian del lugar, domesticándola y humanizándola. Los materiales de la fachada han sido elegidos para dibujar la silueta del hospital en el cielo y preservar la vista "tiro largo" del complejo hospitalario: Cemento blanco autocompactante para la fachada sur-oeste; Grandes cajas de metal blanco para el mono-bloque actual y la nueva fachada norte; Metal gris con persianas de rejilla de aluminio en el noroeste y frontones sudoriental.

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