Sistemas IoT en el Facility Management hospitalario
El Internet of Things (IoT) cubre una capa fundamental en la capacitación de un Smart Building; y lo hace particularmente bien gracias a su escalabilidad, sencillez y bajos costes a la hora de desplegar cualquier tipo de sensor y abarcando cualquier tipo de dispositivo, lo que es un factor clave.
A medida que crece la complejidad de las instalaciones hospitalarias, aumenta también la dedicación de recursos tanto humanos como técnicos y económicos que hay que destinar a su gestión. Esto supone un reto para los gestores hospitalarios que, con la introducción de nuevas tecnologías enfocadas al Facility Management, abordan cada vez con más eficacia, y sobre todo, con más eficiencia.
El Facility Management (FM) aplicado al sector Healthcare, trata los hospitales u otros centros sanitarios, y sus servicios asociados, para asegurar y gestionar su mejor funcionamiento mediante la integración de espacios, procesos y las tecnologías propias de los inmuebles [1].
Los sistemas tradicionales de Facility Management, como los Building Management Systems (BMS), han quedado obsoletos por su falta de flexibilidad y escalabilidad. Aunque se tratan de sistemas robustos, su despliegue supone una elevada inversión en infraestructura y carecen de la facilidad para añadir los dispositivos adicionales a la red que requieren los edificios del mañana - los Smart Buildings - tanto en número como en tipología [2].
No es sino mediante la sensorización del entorno y equipos, que se alcanza la plataforma física necesaria sobre la que construir estos Smart Buildings. Por eso, el paso previo al desarrollo de cualquier aplicación que se beneficie de las eficiencias obtenidas mediante técnicas de Inteligencia Artificial, pasa por recopilar suficientes datos para nutrir los modelos y algoritmos que hay tras estas herramientas. Es un paso que casi podría definirse como comoditizado. La granularidad y fiabilidad de los datos obtenidos, será el catalizador de las eficiencias conseguidas en el sistema [3].
El Internet of Things (IoT) cubre esta capa fundamental en la capacitación de un Smart Building; y lo hace particularmente bien gracias a su escalabilidad, sencillez y bajos costes a la hora de desplegar cualquier tipo de sensor y, abarcando cualquier tipo de dispositivo, lo que es un factor clave.
Los sistemas IoT, al contrario que los tradicionales BMS, suelen ser abiertos y adaptables a dispositivos de todo tipo - tanto a nivel de fabricantes, como por funcionalidades o tecnología del sensor incorporado a la red.
Un claro ejemplo de este enfoque de los sistemas IoT es el constante desarrollo de dispositivos que incorporan protocolos de red estándar y abiertos como el LoRaWAN; el cual define las implementaciones técnicas pero en ningún caso los modelos, marcas o tipologías de servicio que pueden ser incluidas en su red [4].
Sin embargo, no hay que perder de vista que la tecnología no es el fin, sino el medio. La infraestructura desplegada, los sensores, no aportan valor más allá del físico. Son las plataformas y modelos elaborados, a través de las cuales los datos son transformados, donde reside el auténtico valor y potencial para obtener eficiencias.
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