Elisa Pozo Menéndez reflexiona en su tesis doctoral sobre cómo integrar el diseño y la calidad de vida en las ciudades europeas para las personas con demencia. Recomendamos su lectura particularmente por su extenso estado del arte sobre la demencia y el modelo de atención a las personas que la sufren, y por la elección, el análisis y la evaluación de casos de estudio en ciudades europeas. La tesis, dirigida por Ester Higueras García, fue defendida en 2023 en la Universidad Politécnica de Madrid. El documento completo, La ciudad para personas con demencia: metodología para integrar el diseño y la calidad de vida en las ciudades europeas puede consultarse aquí.

La sociedad experimenta cambios significativos debido al aumento de la población anciana, pero prolongar la vida no garantiza una calidad de vida adecuada. Aunque el envejecimiento no siempre conduce a la demencia, las personas mayores, especialmente a partir de los 85 años, enfrentan un mayor riesgo. La demencia, resultado de diversas enfermedades cerebrales progresivas, afecta funciones como la memoria, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades diarias, convirtiéndose en una importante causa de discapacidad y dependencia en todo el mundo para los ancianos. Aunque la prevalencia de la demencia está disminuyendo en Europa, se espera que el número de afectados se duplique en las próximas décadas, alcanzando más de 18,8 millones en 2050 en toda la región, con estimaciones de más de 1,7 millones en España (un 9% de la población).

Investigaciones recientes señalan la obesidad, la hipertensión, la diabetes, la pérdida auditiva, el aislamiento social, la inactividad física y la contaminación del aire como factores de riesgo para el deterioro cognitivo, todos ellos vinculados estrechamente al entorno urbano. En contraste, los avances en el ámbito sociosanitario hacia un modelo de Atención Centrada en la Persona requieren que las ciudades y espacios públicos se planifiquen y diseñen considerando esta perspectiva, con el fin de prevenir el deterioro cognitivo y mejorar la calidad de vida de las personas con demencia y sus cuidadores. Esto implica diseñar espacios públicos que faciliten las rutinas diarias y fomenten la interacción social, así como adaptar los servicios y actividades de la ciudad para que sean inclusivos y permitan la participación continua de las personas con demencia en la comunidad.

Este estudio aborda la intersección entre la planificación y el diseño urbano en relación con el envejecimiento y la demencia. Se llevó a cabo mediante una revisión bibliográfica, documental y un estudio etnográfico de 12 casos de estudio ubicados en Bélgica, Reino Unido y Países Bajos. Se realizó un análisis de cada caso mediante observación directa, cartografías urbanas y esquemas basados en el concepto de legibilidad de Lynch, además de entrevistas a agentes clave locales. En Bélgica, se visitaron residencias y ciudades adaptadas para personas con demencia. En el Reino Unido, se estudiaron proyectos como equipamientos y la innovadora "villa de demencia", así como iniciativas en una ciudad amigable con la demencia. En los Países Bajos, se examinaron el proyecto De Hogeweyk, la primera dementia village, y un proyecto de recorridos biosaludables integrados en el espacio público.

La revisión bibliográfica y el análisis de estas experiencias han permitido identificar necesidades específicas de las personas con demencia que pueden ser atendidas o mejoradas mediante un diseño del espacio público que incorpore conceptos como familiaridad, identidad, legibilidad, inclusión, confort, estimulación positiva y seguridad. Además de la accesibilidad universal, es crucial abordar criterios de planificación urbana y diseño del espacio público desde una perspectiva en múltiples escalas. Se destaca la importancia del urbanismo y el diseño urbano no solo para la prevención y reducción del riesgo de demencia, sino también para mejorar la calidad de vida de las personas con demencia, sus familiares y cuidadores.