Uno de los problemas a los que deben enfrentarse los recintos hospitalarios actualmente es la seguridad, tanto de los pacientes como de los trabajadores y las instalaciones.
En Estados Unidos, la Comisión Mixta ha redactado un documento que recoge las principales alarmas de seguridad más comunes en los hospitales, que ha sido analizado por la Boston University of Health, quien ha indicado cuáles son más evitables y cuáles están relacionadas directamente con las instalaciones sanitarias.

El análisis realizado indica que entre el 8% y el 10% de todos los incidentes que pueden conllevar la muerte del paciente o la pérdida permanente de algunas capacidades están directamente relacionados con la precariedad de las instalaciones hospitalarias.

El documento detecta también las áreas más propensas a sufrir este tipo de incidencias. Las áreas claves más destacadas son aquellas donde la posible violencia, los apagones y problemas eléctricos o las enfermedades infecciosas debidas a la calidad del aire, así como, los fallos en los sistemas IT que mantienen los archivos médicos electrónicos y otros sistemas de identificación de los pacientes tienen una mayor afectación.

Para poder evitarlos es necesario que los centros se basen en una política de transparencia interna que les permita protegerse de los acontecimientos adversos.

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